El Futuro de la piel (I)

Nciencia | 10:30 | 0 comentarios


Tecnología. 
Electrónica elástica desechable, tatuajes inteligentes, pieles sintéticas. Nuestra piel es un gran campo de aplicaciones. Prueba de ello son algunas de las ideas puestas en práctica en este campo. En algunos casos, la tecnología ya está desarrollada y probada, otra cosa es, si será factible en el mercado de consumo.

Tatuajes inteligentes.
En un futuro no muy lejano, para los pacientes con enfermedades crónicas, no será necesario que lleven monitores eléctricos u otro tipo de ingenios para realizarles los seguimientos en niveles de glucosa o, medir el ritmo cardíaco. Lo harán los tatuajes en su piel. Se ha desarrollado tinta  para tatuajes con nanoconductores eléctricos y fluorescentes. Los fluidos de nanopartículas, podrían ser un método de monitoreo médico, menos caro y fastidioso que los actuales.

Imagen: technology review

Heather Clark, profesor de ciencias farmacéuticas de la Northeastern University, Boston, está desarrollando una tecnología integrable que pueda mantener a las personas conectados durante las 24 horas del día. Este verano, mostró su trabajo. Un tatuaje invisible de nanopartículas que puede controlar los niveles de glucosa y sodio en la sangre por fluorescencia, leyendo los resultados en un iPhone, con un software específico para ello.

Tatuajes temporales. La piel usada como centro de datos.

Los tatuajes temporales pueden ser un centro de datos de nuestro cuerpo. El mes pasado, investigadores de Illinois anunciaron haber creado nuevos circuitos electrónicos desechables, los cuales pueden ser frotados una vez cumplan su función como un tatuaje temporal. Los microcircuitos integrados, pueden doblarse y estirarse con la piel.
Esta investigación puso de manifiesto varios avances, desde el método de adhesión a la piel hasta el  proceso de fabricación, que permite a versiones de materiales semiconductores que son frágiles, ser más flexibles. Los circuitos de semiconductores podrían ser utilizados para monitorear la actividad muscular, la actividad del corazón o incluso a las ondas del cerebro, dijeron investigadores.

Imagen: PopSci
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