Geolocalizando futbolistas.

He de confesar que me he quedado sorprendido por este artículo. Sabía que el GPS tiene multitud de aplicaciones, pero esto no me lo esperaba. Quién sabe si también lo puedan usar para controlar las salidas nocturnas de algunas estrellas del balompié.

El GPS no solo vale para orientar a conductores despistados, sino también a entrenadores que están un poco perdidos en cuanto al rendimiento de sus futbolistas. Aceleración, velocidad media y máxima, distancia recorrida…

“Nos permite conocer los desplazamientos de los jugadores de una manera válida, fiable y efectiva”, dice David Casamichana. 

Y es que este investigador ha culminado una tesis en la que ha demostrado la aplicabilidad y buenos resultados del GPS en el fútbol, y concretamente del modelo del que disponen en la Facultad de Ciencias y Actividad Física y del Deporte de la UPV/EHU. Su trabajo se titula La tecnología GPS aplicada a la evaluación del entrenamiento y la competición en fútbol, y ha dado pie a la publicación de varios artículos, entre los que destaca el de la revista Journal of Sports Science.

El modelo de GPS validado en este estudio es el denominado MinimaxX v.4.0, que emite una frecuencia de muestreo de 10 Hz; es decir, aporta diez datos por segundo sobre la posición del jugador que lleva el dispositivo. De hecho, el Departamento de Educación Física y Deportiva optó por él, porque, en su momento, era el que mayor frecuencia de muestreo ofrecía. “Los primeros dispositivos que se comercializaron daban un dato por segundo. En ese caso, si te mueves y vuelves al punto de origen en un movimiento rápido, el sistema entenderá que no te has movido”, explica Casamichana. Lógicamente, la validez y fiabilidad de un GPS aumenta a medida que se incrementa la frecuencia de muestreo, pero había que demostrarlo, ya que no había estudios de validez respecto a este modelo en concreto. Efectivamente, esta investigación ha probado su alta fidelidad, que incluso en carreras rápidas de 15 metros ofrece resultados de moderada-alta validez.

La aceleración como indicador

Casamichana ha trabajado en este estudio con los futbolistas del Rayo Cantabria de Santander (equipo semiprofesional de la Tercera División), quienes han usado el GPS tanto en entrenamientos como en partidos amistosos.

“La FIFA prohíbe utilizarlos en competición, para no perjudicar a los más pobres, por lo que solo disponemos de los partidos amistosos para probar el sistema”, aclara.

David Casamichana

No solo ha comprobado la fidelidad del GPS en sí, sino la de los indicadores de carga obtenidos mediante su uso. Los indicadores de carga son una serie de cifras que deben representar el estado físico del jugador en el momento del esfuerzo, y que sirven para que los preparadores evalúen a sus futbolistas. Por ejemplo, un buen indicador puede derivar de la distancia total recorrida en un entrenamiento, o de cualquier dato que refleje el grado de fatiga. La cuantificación de los indicadores mediante dicho GPS ha dado resultados satisfactorios. Pero es que, además, también se ha validado el indicador obtenido a través de un acelerómetro del que dispone este dispositivo, algo que el tribunal ha valorado muy positivamente.

“Uno de los miembros del tribunal me dijo que, para él, lo más importante de la tesis es la nueva vía que abre para dejar de estudiar las distancias recorridas y centrarnos en las aceleraciones realizadas por los deportistas”, dice Casamichana.

Perfil según la demarcación 

Comprobada la validez del sistema y la metodología, la investigación recoge información interesante obtenida durante el estudio. Como, por ejemplo, el perfil físico de los jugadores en función a su demarcación en el campo. En base a los datos obtenidos, Casamichana explica que los defensas centrales y los delanteros centro son los que menor distancia recorren, al contrario que los centrocampistas. En cuanto a distancia recorrida al sprint, son precisamente los centrocampistas los que están a la cola. En la banda es donde más acciones de sprint se realizan, y los mediapuntas dominan en cuanto a número de aceleraciones y acciones de alta intensidad.

El estudio incluye también una comparativa entre entrenamientos y partidos amistosos; los valores son superiores en el segundo caso en todas las variables analizadas, excepto en la distancia recorrida a baja intensidad. Entre otras cosas, los jugadores recorren más distancia total por minuto durante los partidos a una velocidad mayor, y los sprints son más frecuentes y largos.